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(Imagen: diario La Región)

Resulta muy preocupante la noticia de la cancelación de la residencia del religioso británico Paul Mc Auley, conocido defensor de causas indígenas y ambientales, director de la Red Ambiental Loretana.

La noticia, según el periodista Geovani Acate ,de  Radio Oriente:

El religioso británico de la Salle Paul Mc Auley, presidente de la Red Ambiental de Loreto (RAL) recibió hoy una resolución del Ministerio del Interior (MININTER) donde se le informa de la cancelación de su residencia en nuestro país.

En la resolución ministerial 0571-2010-IN, se alude un atestado policial del Departamento de Seguridad del Estado de la V División Territorial PNP, con fecha del 18 de agosto del 2009.

En dicho informe, se afirma que Mc Auley “ha venido participando en diferentes actividades de carácter político, como marchas de protesta (…) y demás actos que constituyen una alteración del orden público”.

En ese sentido, se determina que el titular de RAL ha incurrido en una infracción tipificada en el artículo 63 de la Ley de Extranjería, por lo cual se le cancela la residencia concedida en 2006 y se le dan siete días calendario para abandonar territorio peruano, sin posibilidad de retorno.

Cabe indicar el religioso británico no posee procesos ni juicios pendientes por este tipo de acciones. En cambio, se le reconoce por acompañar de manera permanente a las comunidades indígenas de las zonas del Marañón y el Pastaza.

En días pasados, Mc Auley anunció que la RAL solicitaría al Organismo Supervisor de la Inversión Privada en Energía y Minería (OSINERGMIN) realice una inspección a las bases de la empresa petrolera Pluspetrol, responsable del derrame de 300 barriles de crudo en el río Marañón.

Desde que llegó a Iquitos, Mc Auley inició su trabajo en defensa de las comunidades achuar afectadas por la contaminación con cadmio y plomo, producto de los vertimientos indiscriminados de las empresas petroleras en especial Pluspetrol. Es así que formó, junto a otros voluntarios, la Red Ambiental de Loreto (RAL), que mantuvo participación activa en las denuncias contra empresas e instituciones que atentan contra la calidad del ambiente.

Paul Mc Auley vive dos décadas en el Perú y su actuación siempre ha sido de dominio público de Loreto, además su defensa vehemente de las causas indígenas y ambientales. Ha seguido de cerca el caso de los temas de contaminación petrolera en el río Corrientes, del caso de Andoas, así como las concesiones foretales irregulares que se realizaron en territorio loretano el año 2006.

Precisamente por su posición decidida, Mc Auley ha sido constantemente satanizado por diversos intereses de poder. Uno de ellos fue el del alcalde de Maynas, Salomón Abensur, quien no dudó en tildarlo de «terrorista blanco» cuando Mc Auley y un colectivo de personas se opusieron a la  instalación del botadero municipal de Iquitos en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, ubicada en la carretera hacia Nauta.

La figura de Mc Auley era tan resistida por los grupos de poder,  sobre todo aquellas vinculadas con intereses económicos de transnacionales extractivas y figuras del gobierno. El atestado para expulsar a Mc Auley del Perú está vigente desde el año pasado, pero los intentos por expulsarlo desde el gobierno  vienen desde el año 2008 (aunque los intentos de amedrentamiento contra su persona vienen desde el 2006)

Parece que ahora sí lo lograron.

(Portada diario Pro & Contra)

(Foto: Diario La Región)

Sin embargo, el Hno Mc Auley no está solo. Un memorial firmado  por los pueblos indígenas Awajun, Wampis , Achuar, Shawi, Candoshi, Shapras, Shiwilo, Kokama Kokamilla, Urarinas, Kichua, Shipibos, Ashaninkas, Witotos, Machiguengas y todas las nacionalidades indígenas de la amazonia peruana; está dirigido a presidente Alan García, al presidente de la Concejo de Ministros, a la Embajada de Inglaterra y a los medios de comunicación y en él se aboga para que no se cometa un atropello contra «un personaje que se identifica plenamente con la realidad de la Región Loreto y la problemática de los pueblos indígenas y el medio ambiente de nuestra Amazonía»

Todos los medios de comunicación de Iquitos y Loreto han brindado cobertura a la injusta expulsión de Mc Auley, de paso que ha permitido descubrir una increíble cadena de solidaridad a favor del religioso. Una serie de pronunciamientos de apoyo y  protesta por Paul Mc Auley se han multiplicado rapidamente en la región.

Extra: Se ha conformado un Comité de Lucha contra la Expulsión de Paul Mc Auley en Iquitos. Sus actividades previstas son las siguientes:

1.- Primera actividad:  VIGILIA:

Día: Viernes 2 de julio del 2010 (hoy)

Lugar Plaza de Armas de Iquitos

Hora 6:00 pm.

2.- Segunda actividad:  PLANTON:

Día: Lunes 5 de julio del 2010

Lugar Plaza 28 de julio – Iquitos (frente al Palacio de justicia)

Hora 6:30 am.

Se presentara el Habeas Corpus

3.- Tercera actividad actividad: MOVILIZACION:

Día: Miércoles 7 de julio del 2010

Lugar Plaza 28 de julio – Iquitos

Hora 3.30 pm..

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(Imagen: Ronsoco Azul)

El derrame de petróleo crudo suscitado en  el río Marañón el fin de semana pasado, en  San José de Saramuro (distrito de Urarinas) es muy grave. No sólo por la contaminación en sí (que ya ha afectado a 28 comunidades alrededor), sino por las consecuencias inmediatas. 400 barriles se vertieron al río, diseminándose muy cerca de la Reserva Natural Pacaya- Samiria, hasta la comunidad de San José de Parinari, sino porque ha alterado considerablemente la vida de los afectados, además de las especies de flora y fauna que han sido pervertidas por la mancha voraz. Ninguno de los afectados fue inmediatamente atendido por la compañía responsable de los hechos – Pluspetrol – y aún ahora, 7 días después, persiste la escasez de agua limpia para consumo humano.

Existen muchas preocupaciones por lo ocurrido en el río Marañón. El hecho que haya sido un alto funcionario del Estado, como el Ministro de Energía y Minas Pedro Sánchez, quien haya fungido poco menos que como vocero oficioso de la compañía contaminante, al minimizar alevemente el nivel de la contaminación suscitado. También el que Pluspetrol  haya demostrado que no cuenta con un  efectivos plan de contingencia ante accidentes como estos, pero más aún, que sus políticas de responsabilidad social y ambiental son inexistentes, salvo cuando la ley se lo requiere de modo compulsivo.

Infortunadamente, este no es el primero de los varios daños que han cometido las empresas extractoras en nuestra Amazonía.  La larga lista de accidentes y atentados contra el medio ambiente parece persistir.  Lo peor es que en casos anteriores han sido mucho más nocivas las consecuencias, pero el actuar del Estado para requerir sanciones ha sido lento, tortuoso o ineficiente.

Por ejemplo, el 2 de octubre del año 2000, la misma Pluspetrol causó un accidente de muy seria consideración, en el que se derramaron 5,500 barriles. El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) calculó que el impacto ecológico en la zona sería de 20 años, por lo menos. Dos años después, se generó el mismo accidente en el Marañón.

En el año 2003, una investigación de José Álvarez para el semanario Kanatari mostró un pequeño cementerio en la comunidad indígena Vista Alegre, en el alto río Tigre, donde se encuentran enterrados 21 niños, todos ellos afectados por una hepatitis fulminante que luego se demostró habían sido agravadas con la ingesta de pescado y agua, altamente contaminados con metales pesados vertidos por un pozo petrolero de la Occidental Petroleum Co en  el Lote 39, donde se localiza en el corazón de la región más biodiversa del mundo, calificada como una de las ecorregiones más importantes del mundo debido a su excepcional biodiversidad.

La Federación de Comunidades Nativas del río Corrientes (FECONACO) ha responsabilizado a Pluspetrol por 6 derrames de petróleo en el año 2007; por 18 derrames en el año 2008. En lo que va de este 2009, se ha responsabilizado a la empresa por 16. En el año 2006, un informe del Ministerio de Salud reveló que un 98 % de los menores de edad examinados de la cuenca del Corrientes superaban los valores límite de plomo y cadmio en sangre. De ellos, un 37 % presentaba altos niveles de riesgo.

En enero del año 2009, en la refinería de Petro-Perú, cuatro barriles de hidrocarburos cayeron a una quebrada en Barrio Florido. El agua de la zona tenía un fuerte olor a gasolina, y se reportaron casos de niños afectados por sarpullidos y manchas rojas en la piel, además de encontrarse peces muertos. En setiembre del mismo año, el vuelco de un grifo flotante ocasionó el derrame de más de tres mil galones de petróleo y gasolina al río Itaya.

La periodista Patricia del Río señala sus severas críticas al Estado por tener un mecanismo de compensación tan ineficiente que le impide cobrar multas por daños al medio ambiente. Señala del Río que de las 290 sanciones impuestas por Osinergmin a las empresas contaminadora, el ente regulador solo ha podido cobrar 111, mediante largos y  costosos procesos sancionadores.

Actualmente, un 72% de la Amazonía peruana está concesionada para explotación y extracción de hidrocarburos. La cifra ha crecido exponencialmente estos últimos 5 años.

Explotar las reservas de petróleo es estratégico para la Región Loreto, cada vez más empobrecida y huérfana de fuentes de trabajo y de divisas. Sin embargo, también debe garantizarse la protección del derecho a la vida y la salud de las personas, así como la protección de nuestra biodiversidad, verdadero capital natural de nuestra región. No asumir las responsabilidades por ese cuidado no sólo es nefasto para el futuro, sino, sobre todo, demandable no sólo ética, sino materialmente.

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Muy serias las noticias sobre el derrame de petróleo de 400 barriles de petróleo en la zona de Saramuro, río Marañón, distrito de Urarinas (Provincia de Loreto) cerca del lote 8 donde opera la Pluspetrol y de la Reserva Nacional Pacaya-Samiria.

Este es el primer video sobre la contaminación registrada en la zona:

La noticia preliminar inicial  sobre el tema la brindó el diario La Región:

Según el director regional de Energía y Minas, Roy Meza Meza y el jefe de Defensa Nacional del Gorel, Robert Falcón, la empresa Pluspetrol, a través de un comunicado, señala que el derrame se dio por la zona de Saramuro y que éste había sido controlado de inmediato. La embarcación que transportaba el petróleo Sanam III fue alquilada para cubrir ese tipo de labores.

Mas el director regional en inmediata coordinación con el presidente regional, Norman Lewis, han considerado la posibilidad de viajar hoy muy temprano hasta la zona para hacer una inspección real de todo lo ocurrido en la zona del río Marañón.

“La oficina de imagen institucional de Pluspetrol ha emitido un comunicado señalando que la barcaza de Sanam III ha tenido un percance en Saramuro, se habla del derrame de petróleo y que ya ha sido controlado, pero nosotros estamos viajando hoy muy temprano con el presidente regional para constatar in situ lo que realmente ha ocurrido. No vamos a creer solamente lo que nos dicen, tenemos que hacer las observaciones y ver los daños causados de forma inmediata para tomar las acciones correspondientes”, expresó el director de energía y minas Roy Meza Meza.

Por su parte el jefe de Defensa del Gorel, Robert Falcón, también fue firme al decir que la empresa Pluspetrol indica que aparentemente no ha tenido mayor impacto, “eso dicen ellos pero nosotros iremos hasta la zona para evaluar el desastre ecológico”, puntualizó.

Hoy temprano se conocerán mayores detalles de lo ocurrido en el lugar, mas es importante dar a conocer que pobladores de Parinari, ubicado a 3 horas de Nauta, fueron los que dieron la voz de alerta el día sábado. Por el lugar están ubicados pueblos como Santa Rita de Castilla, Ollanta, Victoria, 7 de Junio, Parinari, Urarinas, Buenos Aires, entre otros. Y si se habla desde Parinari a 3 horas de Nauta, estando Saramuro cerca a San Lorenzo, Datem del Marañón, quiere decir que el daño ecológico no es poca cosa y que éste se haya controlado de inmediato. En todo caso las autoridades del gobierno regional serán las que emitirán la información de primera mano el día de hoy, después de las evaluaciones del caso.

Como referencia se habla que pobladores de Parinari, luego de tomar desayuno fueron al río a lavar los utensilios y se dieron con la ingrata y preocupante sorpresa que el agua del río estaba con restos de hidrocarburos.

Aunque en principio, la Pluspetrol en un comunicado brindado en Iquitos  indica que se derramaron 300 barriles de petróleo y que se han brindado los trabajos necesarios para brindar seguridad, luego señaló que fueron 400 barriles y que el derrame había sido controlado. En tanto, los medios de prensa loretanos han recabado denuncias de pobladores de la zona, en el sentido que la empresa responsable no ha recibido ningún apoyo, sobre todo de agua. La población de la zona usa el río tanto para la pesca como para sus actividades diarias.  Las versiones extraoficiales hablan de que se derramaron muchos más barriles de los que la Pluspetrol ha señalado.

Las autoridades regionales y un grupo de prensa viajarán inmediatamente a la zona para verificar in situ el tamaño de la contaminación. Según radio LVS de Iquitos, el Fiscal Especializado en Delitos Ambientales, Julio Rodríguez, el presidente regional de Loreto Norman Lewis y el Director de Energía y Minas, Roy Meza Meza encabezarán la comisión que se trasladará en las próximas horas a la zona del derrame. Los acompañará el  Jefe de Defensa Nacional del Gobierno Regional de Loreto a bordo de un helicóptero e irán acompañadas de técnicos de la Dirección General de Salud Ambiental quienes tomarán muestras de las aguas en el río Marañón.

La decisión de viajar a la zona se dio luego de una reunión de emergencia realizada esta mañana en las instalaciones del Gobierno Regional de Loreto tras conocerse el derrame de trescientos barriles de petróleo. “Estamos llevando agua en deslizadores porque la gente desesperada pues no pueden tomar agua del río y en la zona no existe agua potable”, declaró Robert Falcón, jefe de Defensa Nacional de Loreto.

En tanto, la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales de Loreto ha iniciado una investigación para reportar de forma célere las responsabilidades por el derrame ocurrido en el río Marañón.

Darwin Paniagua informa para Ideeleradio sobre la ausencia de agua en 28 comunidades de la zona:

Aproximadamente 28 comunidades nativas del distrito de Parinari y Urarinas, en la provincia de Loreto, están sin agua potable debido al derrame de petróleo registrado el sábado último en las aguas del río Marañón, que es la única fuente hídrica en la zona.

Así lo dio a conocer Américo Vela Ramírez, representante zonal del distrito de Parinari, quien arribó a la localidad de Iquitos conjuntamente con otras personas afectadas, para dar a conocer los detalles del derrame de petróleo de la empresa Pluspetrol. En ese sentido, solicitó apoyo urgente para los damnificados.

“El derrame de petróleo está afectando a más de 28 comunidades del distrito Parinari y Urarinas. Esto es una gran preocupación porque el crudo ha comenzado a bajar desde Saramuro, que está a ocho horas de la localidad de Parinari, y ahora ya está en Parinari”, expresó a Ideeleradio.

“Entonces es una gran alarma porque no se está bebiendo el agua del Marañón, que es la única fuente que utilizamos, ya que no contamos con agua potable. Lo esencial es que nos envíen agua porque desde el sábado la población no está bebiendo el agua del Marañón. Hasta el momento, no hemos recibido una sola gota de agua ni víveres por parte de la Pluspetrol”, acotó.

Estimó que en los próximos días saldrá a la luz, un registro de animales afectados por el derrame de petróleo de esta compañía, que es considerado el segundo caso en la historia de esta localidad. Recordó que el primer incidente sucedió en el año 2000 y que durante el mismo se registró la muerte de varios peces en el Marañón.

“Hasta el momento no hay un registro de animales peces que hayan perecido, pero estimo que este hecho se podrá suscitar en los próximas días, porque por el problema que hubo en el 2000 se registró la muerte de muchos peces”, concluyó.

El director regional de Energía y Minas de Loreto, Roy Meza estuvo en la zona afectada y confirmó que fueron 400 los barriles de petróleo derramados. Aún no se saben las causas objetivas del accidente. Lo más preocupantes, según Meza, es que el crudo sigue avanzando por el río Marañón.

Por su parte, el Ministro de Energía y Minas,  Pedro Sánchez, erigido en defensor de la contaminación, ha señalado que los 400 barriles vertidos al río  «no son para alarmarse» (Claro, como no bebe y vive de esa agua….)

Link: La denuncia contra Pluspetrol, por contaminación en el río Tigre

Link: Clima de cambios de la PUCP indica que contaminación «no es poca cosa» así como nos brinda un mapa de la zona afectada

Link: La información en el blog de la Coordinadora de Derechos Humanos

Link: Pronunciamiento general sobre el derrame de petróleo originado en el río Marañón

Link: Aspectos culturales de los pueblos afectados por el derrame

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Por: Fermín Rodríguez Campoamor (*)

En el mismo día un doble aniversario: de muerte y de nacimiento

La muerte, después de un año, estaba todavía presente y viva en las lágrimas que desbordaron silenciosamente los ojos apretados de Violeta Piitug Wampush, viuda de 28 años y madre de cuatro hijos.

El nacimiento sonreía en los grandes e inocentes ojos abiertos de su hija en brazos que cumplía su primer año de vida.

En realidad –nos precisó Violeta con toda exactitud– la niña nació aquí en esta casa de Wawás el once de Junio del año pasado, seis días después de que mataran a su padre el día cinco en Bagua. Pero en la familia decidimos, para no aumentar los gastos, celebrar los dos aniversarios el mismo día. Entre mi madre y yo vamos a preparar la cena para toda la familia. Ustedes, si lo desean, están invitados a la fiesta de esta noche.

Así, cuando todavía no nos habíamos presentado, fuimos sorprendidos por una acogida tan espontánea, tan sincera y familiar. Niños y jóvenes entraban y salían de la casa para conocer a los visitantes. Allí se encontraban sus cuatro hijos y sus primos y primas. Todos son huérfanos de padre. Un hermano de Violeta murió joven hace tres años; la abuela se hizo cargo de sus hijos. Se han reunido hoy todos para la celebración del doble aniversario. Poco a poco se fueron retirando una vez satisfecha su primera curiosidad. Violeta para sorprendernos aún más, en un extremo de confianza y franqueza, añadió, con toda naturalidad, una más íntima precisión:

Les dije que tengo cuatro hijos pero no es así: una de las niñas es sólo hija de Felipe y no mía. La tuvo con una hermana mía. Sin embargo yo la atiendo, junto a sus tres hermanitos, como si fuese mía.

Nunca antes habíamos hablado con ella. Le bastó saber que veníamos a acompañarla en el aniversario de Felipe para, de pronto, brindarnos este excepcional recibimiento totalmente inesperado.

Sentados con ella en el mejor banco de la casa nos recordó que durante el año había recibido muchas visitas de periodistas de todo el mundo. Sólo citó tres países: Inglaterra, Canadá y Nicaragua.

Entonces sufría tanto que les pedía a los periodistas me ayudasen para dar de comer a mis hijos. Ellos me respondían que el Estado tenía que ayudarme y que ellos lo iban a reclamar pero ni ellos me ayudaron ni tampoco el Estado.

Luego -siguió contando- recibió una gran alegría cuando el Presidente de ORPIAN vino a anunciarle que había recibido del extranjero una ayuda para hacerle una casita de la que ya se habían levantado cuatro columnas de cemento delante de su casa. Allí en el suelo se amontonaban más sacos de cemento para terminar algún día la obra y pasar con sus hijos a vivir en ella donde pondría, además, una tiendita con la que ganar algo para vivir.

Por fin nos presentamos mi amigo, el profesor awajun Alejandro Tsajuput, y yo. Había hablado ella sola con calma y seguridad y en un buen castellano muy fluido pero acaso comprendió que nosotros también teníamos algo que decirle y se replegó en un silencio muy atento momento que aprovechó su hijita para reclamarle el pecho. Le conté que conservaba un reportaje de La República, publicado pocos días después del cinco de Junio, con una fotografía suya que me ayudó a reconocerla entre las otras jóvenes, sus sobrinas, al entrar en la casa. También le dije que por la mañana había celebrado dos eucaristías, una en Wachapea y otra en Chiriaco en las que recordamos el nombre de Felipe Sabio César su marido junto con los demás 34 fallecidos hoy hace un año. Y pedimos también por sus familiares y especialmente por sus viudas. Pensé, después, celebrar este aniversario más cerca de quienes más sufrieron en ese día. Por eso hemos venido a saludarte.

Alejandro le habló después en awajún. Fue entonces cuando comenzó a emocionarse y ya no pudo contener sus lágrimas que fluyeron suavemente humedeciéndole toda su cara que secaba con sus dedos.

Felipe fue uno de los cinco indígenas caídos el día 5 de Junio. Pero él no estuvo en la Curva del Diablo. No tenía ninguna arma ni siquiera una lanza. Fue alcanzado en Bagua el mismo día cinco por una bala certera que le quitó instantáneamente la vida cerca del Hospital. Allí se dirigía, como corresponsal de Radio Marañón, para recoger datos de los muchos heridos que iban llegando desde la carretera. Se dice que la bala vino desde un tejado y la disparó un AKM. A plena luz del día toda la gente aterrada lo vio de pronto inmóvil en plena calle sobre su propia sangre. Aquel día en Bagua las balas quitaron la vida a otros dos ciudadanos no nativos: Abel Ticlia Sánchez y Jorge Ángel Pozo Chipana. ¡Qué poco se habla y se sabe de ellos!.

Violeta, cuando lo supo, quiso ir a buscarle pero no le dejaron: estaba a punto de dar a luz. La familia llevó el cadáver a Wawás y Violeta lloró abrazada a él y cantó en awajún sus penas y lamentos como viuda y madre de cuatro huérfanos. La acompañaron todas las mujeres. También lloraron en silencio hombres y niños. Le enterraron en el cementerio al día siguiente. Ella siguió llorando sola en su casa hasta que las lágrimas del duelo se juntaron a las del parto seis días después. Sus ojos, empañados por unas y otras lágrimas, vieron nacer la vida nueva de su hija que la reclamaba totalmente a la esperanza.

Todos los viajeros que entran o salen de la selva conocen Wawás, a pocos kilómetros de Chiriaco, por la tranca que corta la carretera. La vigila el puesto de la Ronda Campesina Awajun desde donde se acerca siempre un rondero que libera el paso después de controlar el carro y agradecer amable la atención recibida. Wawás es, al pie de la letra, parada obligatoria para todos. Su Ronda prestó, hace pocos años, un servicio fundamental en la pacificación y la seguridad de esta carretera donde se multiplicaban alarmantemente los asaltos y el terror.

Pero vale la pena una visita no obligada a la comunidad. No se ve desde la carretera. Es preciso atravesar a pie, si no se encuentra una canoa, la quebrada, que baja paralela a la carretera y rodea la comunidad, para entrar a continuación en ella por dos puertas de madera levantadas con sus marcos sobre el campo sin paredes: son la entrada y salida del cerco escolar de alambre de la I.E.de Menores n° 16723. La primera nos da la bienvenida en nombre de la Institución Educativa y nos permite caminar ante la fachada blanca casi cegadora de la Escuela en aquella tarde tan soleada. Por la segunda entramos en la calle principal de Wawás La casa de Violeta, que fue también de Felipe Sabio, es una de las primeras a mano izquierda. Actualmente destaca por las cuatro columnas de cemento que señalan las cuatro esquinas de la futura casa de sus cuatro hijos.

Son las tres de la tarde. El sol castiga fuerte a la comunidad sin más protección que sus pocos árboles. Sólo seis enormes pavos pasean tranquilamente llenando todo el ancho de la calle. Nos dejan pasar no de muy buena gana. A la derecha buscamos la sombra de una espléndida pomarrosa. Unos niños han trepado alto dentro de ella y otros más pequeños los miran con envidia desde el suelo. Nos sorprende allí la “losa deportiva”: todo un campo de fútbol “reglamentario” con un césped verde que ya quisieran los nuevos estadios surafricanos del Mundial. Una joven mamá con su bebito en brazos atraviesa rápida el campo seguida por otro hijito llorando. Un “muunta” desde una casa se compadece de nosotros al sol y sale muy amable para invitarnos a compartir el masato de su nuera. Conversamos y al despedirnos, después de la segunda pininga, nos sugiere que podíamos ir a ver los videos del 5 de Junio que estaban pasando cuatro casas más allá.

Efectivamente, el local está lleno de niños sobre el suelo y personas mayores de pie o sentadas. Dos jóvenes se levantan para ofrecernos sus asientos. En la pantalla todos identifican al hombre herido que es cargado por dos o tres nativos huyendo de la balacera de la policía. Lleva en alto la mano agujereada por una bala: “¡es el Director del Túpac Amaru de Chiriaco!”. Luego sólo uno de los portadores, el de más anchas espaldas, carga al herido y hace un gesto para acomodárselo que provoca la risa de algunos niños. No pierden detalle de cuanto se oye y mueve en la pantalla donde se marca segundo a segundo la hora exacta de aquella huida de heridos por la carretera. Eran entonces las 6.45 a.m. hace justamente un año.

La vida sigue en Wawás y seguirá. La hija de Violeta crecerá y llegará a conocer las trágicas circunstancias de su nacimiento para ya jamás olvidarlas a lo largo de su vida señalada para siempre, año a año, con su doble aniversario de muerte y nacimiento. A sus quince años, cuando celebre en su nueva casa, ya terminada, su fiesta de quinceañera ¿todavía llorará su madre por su padre? ¿Los niños de Wawás seguirán viendo los mismos videos? ¿Para entonces ya todo estará realmente en calma? ¿Se conocerá, por fin, toda la verdad de lo sucedido y será aceptada por todos? ¿Sabrán, por ejemplo, quien disparó aquel AKM el 5 de Junio en Bagua? ¿Se habrá hecho toda la justicia necesaria para vivir en paz? ¿Y el Estado, por fin, también se habrá compadecido de Violeta y sus hijos asignándoles alguna generosa pensión?

Esperamos que, para entonces, lo sucedido quince años antes se recuerde como el nacimiento de algo nuevo que está llenando a todos de esperanza en un futuro en el que nadie piensa ya en solucionar los problemas entre peruanos con la violencia de las armas sino únicamente con el diálogo, el respeto y el entendimiento entre todos que buscan ya sinceramente el gozo posible de una paz al alcance de todos a lo largo y ancho del Perú, es decir, desde la frontera del Ecuador a la de Chile y desde la costa a la selva, todos incluidos.

Chiriaco, 5 Junio 2010

(*) Ex parroco de Santa María de Nieva, río Marañón.
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José Álvarez Alonso es uno de los más importantes y agudos analistas de la realidad amazónica nacional. Es master en Ciencias, biólogo de profesión e investigador del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP).  ha ganado importantes galaradones por su permanente trabajo de difusión e investigación en la selva, tanto en sus variantes humanas y ambientales Asimismo, es un lúcido y vehemente columnista de  temas amazónicos en los más importantes medios de comunicación, nacionales e internacionales.

Aquí sus impresiones sobre la tragedia de Bagua y los vaivenes de la problemática Amazónica, que no se acaban en una fecha ni tienen aún panorama concreto y real de solución:

¿Cuáles crees fueron las causas de los sucesos de Bagua del 5 de junio pasado?

Las causas inmediatas fueron obviamente (está en todos los documentos y reclamos indígenas) el paquete de decretos legislativos dados por el ejecutivo al amparo de las facultades extraordinarias otorgadas por el Congreso para facilitar la implementación del TLC. En ellos vieron los dirigentes indígenas, por un lado, una violación flagrante del derecho a la consulta previa, consagrado en el Convenio 169 de la OIT, y por otro un intento de debilitar sus derechos de propiedad territorial en la Selva y una estrategia para impulsar la privatización y el otorgamiento de grandes concesiones a inversionistas privados.

Las causas mediatas son mucho más profundas, y tienen que ver con la marginación, el abandono por parte del Estado, y el empobrecimiento creciente y la falta de oportunidades para los indígenas. De acuerdo con cifras oficiales del INEI, mientras los índices de pobreza y pobreza extrema han disminuido en el Perú en alrededor de 1% durante el 2009, pese al decrecimiento económico producto de la crisis económica global, en la Selva se incrementaron significativamente: en la Selva urbana la pobreza creció 1.2 puntos porcentuales (de 31.3%  en el 2008 a 32,5% en el 2009), y en la Selva rural hubo un incremento de 8,3 puntos porcentuales (de 49,1% en el 2008 a 57,4% en el 2009). Incluso en la Sierra, los niveles de pobreza disminuyeron de 56,2% en el 2008 a 53.4% en el 2009. En mi opinión, si los indígenas hubiesen estado económicamente contentos y tuviesen buenos servicios de salud, educación, etc., aunque hubiese ocurrido el despropósito de los decretos legislativos inconsultos, no hubiesen reaccionado con tanta vehemencia, cortando ríos y carreteras por meses.

¿Cuáles son los errores que se siguen cometiendo al momento de entender o diagnosticar la Amazonía desde el Estado oficial?

Primero, no conocer la realidad ni lo que realmente piensan los indígenas, y no preocuparse mucho por conocerla. Segundo, seguir insistiendo en imponer modelos de desarrollo diseñados para otras realidades, o para satisfacer intereses de particulares, pero no acordes ni con la realidad socioambiental de la Amazonía, ni pensados en función de sus demandas. Tercero, satanizar a las organizaciones y a los dirigentes con calificativos fáciles de “politizados”, “manipulados”, “mesiánicos”, etc., y tratar a los indígenas como indigentes mentales, incapaces de analizar sus problemas y tomar decisiones sobre su futuro.

¿Cómo ves ahora la actitud del país con respecto a la Amazonía a raíz de lo de Bagua?

De desdén, desinterés y, como mucho, curiosidad folcklórica. Sólo una minoría de personas siguen pendientes de lo que pasa en la Amazonía y sobre la problemática indígena. La mayoría de la población no amazónica, y buena parte de la población amazónica urbana, lamentablemente, están más pendientes de los escandaletes del choliwood limeño, del asesinato del mes y del Mundial de Fútbol. El tema indígena dejó de ser noticia para la prensa, más interesada en vender sangre y escándalos que en educar e informar. Cuando aparece una noticia sobre los indígenas ocupa un espacio minúsculo en una página secundaria. Se cumple lo que dijo un líder indígena en la mesa de diálogo en Lima: “Los indígenas tenemos que matar y dejarnos matar para hacer noticia, para que nos tomen en cuenta”.

¿Podría volver a ocurrir otro Baguazo en la Amazonía?

No en el sentido y dimensión del ocurrido el 5 de junio, los indígenas con los que he interactuado desde entonces (más de 100 dirigentes, quizás, de todo el país) están en contra de la violencia y han percibido que por ese lado el camino se agotó. Es seguro, sin embargo, que seguirán los conflictos “de baja intensidad”, como reacción a la falta de atención del Gobierno, a las políticas de apertura indiscriminada a la inversión foránea en la Amazonía sin participación real indígena, etc. etc. En varias zonas los indígenas siguen en pie de lucha, pacífica pero lucha, para frenar el avance de las compañías petroleras, mineras, madereras, de biocombustibles. El conflicto sigue, pero en otro campo, más político y mediático.

¿Cuáles deben ser los cambios urgentes en las políticas para evitar en el futuro que en la Amazonía puedan generarse conflictos aún más grandes que en Bagua?

Debe haber reformas integrales. La solución a los problemas de los indígenas amazónicos no está en proyectitos de créditos agrarios por aquí, núcleos ejecutores por allá, una posta médica acullá, y una escuelita más allá. Cuando he preguntado a los indígenas si creen que algo va a cambiar con lo que se ha negociado en Lima, habida cuenta que el Gobierno cumpla los acuerdos de las mesas, la absoluta mayoría me expresó que no. El pesimismo es general, la mayoría no espera del actual gobierno nada, y esperan que algún futuro gobierno haga las reformas radicales para que ellos puedan acceder a los beneficios de un desarrollo sostenible y con identidad. Eso incluye, además de reformas legales, inversión en gran escala, para frenar el empobrecimiento creciente y la degradación también creciente de sus ecosistemas: el año 2009 creció la pobreza en la zona rural amazónica en 8.3%, mientras en el resto del Perú disminuyó un 1% en promedio.

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