Apodos y «chapas»

Publicado: 21 abril 2009 en Gino Ceccareli
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apodos

Hace unos años estuve en una localidad por el Ucayali, después de cumplir con algunas actividades, las autoridades me invitaron a presenciar un partido de fútbol en una cancha que más parecía una chacra. La mayoría de los jugadores estaban descalzos y corrían sin parar a pesar del tremendo calor del mediodía. Lo curioso y divertido fue escuchar a los mismos cuando se llamaban o se hacían algún reproche por jugar mal. Todos tenían apodos y la mayoría de ellos hacía mención a la fauna regional: “motelo viejo”, “curuinci”, “bayuca”, “fasaco”, “naca naca”, “bigote de cunchi”, “shushupe”, “timelito”, “awiwa” y “sachavaca”; otros tenían apodos gastronómicos como “patarashca” o “loboisma” y también escatológicos como “mojón verde” y “quichatero”. 

La costumbre de poner apodos y sobrenombres se da en todos lados, y es en los países latinos donde se cultiva el placer de la burla poniendo “chapas”. Nadie se salva. En nuestros países quien por desgracia tiene un defecto físico, está condenado a cargar con él un apodo, generalmente malvado. Algunos sobrenombres han trascendido en la historia que la gente se acuerda y reconoce a algunos personajes precisamente por sus apodos y no por sus nombres: “el manco de Lepanto”, Iván “el terrible”, Yván “el pelacho”, etc. Al libertador Simón Bolívar, sus soldados admirados por su capacidad de montar caballo durante días sin descansar le llamaban “culo de fierro”, no olvidemos tampoco que a Napoleón en su época lo calificaban como “el monstruo”. 

Son las figuras públicas, políticos, deportistas y gente de la farándula que prácticamente están condenadas a llevar un apodo, manera popular de castigarlos o premiarlos. “caballo loco” a Alan García, “frejolito” a Alfonso Barrantes, “Fujirrata” ya saben a quien, “Chucky” al congresista Zumaeta, “chauchiller” a Pacheco, “pedo hermoso” a un ex primer ministro, etc. Hay gente que es especialista en poner apodos y encargarse de difundirlos como entretenimiento para la comunidad. En literatura, los autores no escatiman en ponerles  apodos a sus personajes; basta recordar al famoso “Pichulita” de Vargas Llosa, “El Quijote” de Cervantes o a  “Putaparió” de Félix Alvarez Sáenz. 

A un amigo que tenía muchas pecas en la cara y el cuerpo le decían “el curioso de Hiroshima”, a otro que tenía vitiligo, esa enfermedad que decolora la piel en formas de manchas blancas le decíamos “ranger”. En Puno, a un joven que andaba mostrando los dientes con una sonrisa permanente le apodaron “diente frío”. A un poeta que tiene cara de baboso y anda con la boca abierta y los labios colgados le pusieron “cara de saliva”. 

En Rioja, San Martín, un papá emocionado en ponerle a su hijo un nombre extranjero, tuvo la desacertada idea de ponerle Sherwin Williams, sin pensar que la ciudad entera iría a bautizar al niño como “pinturita”; hasta el día de hoy, a pesar de sus cincuenta y seis años cumplidos le siguen llamando así. En Tacna, un muchacho que medía casi dos metros y era muy flaco le llaman “mapa de Chile”.  Conocí un señor de piel cobriza que andaba siempre grasiento y con granos y espinillas en la cara, que sus amigos no repararon en ponerle “caca sucia”. 

A un muchacho que era tan narizón en vez de decirle “pinocho” le pusieron “pinueve”. A un gordito le decían “cintura de gallina”, a otro que era muy feo le pusieron “máscara floja” o que cuando era niño, su mamá en vez de darle el pecho “le daba la espalda” y que era tan feo que “le dolía la cara” (como si fuera una herida). 

He escuchado también que alguien le decía a otro “cara de pie”, a una cantante de hermosa voz pero que tenía los dientes salidos, decían que cantaba bonito porque tenía “el rondín incorporado”. Apodos como “cara de tombo”, “cara de mozo”, “gualdrapa” y “cara de indio”, lindan con el insulto racista. A una señora mayor que se vestía como señorita le pusieron “sirena vieja” y a otra “la venus de Milo”… (de milochocientos). “Cara de musmuqui”, “pelejo triste”, “casharo”, “ponguete” y “ronsoco” escuchamos casi con frecuencia en nuestra región. Conocí a alguien que le decían “el llanero solitario” porque cada vez que llegaba a su casa su mujer le quitaba el dinero que llevaba encima diciendo: “¡arre plata!”. 

También conocí a alguien que era tan chambón y desatinado que los amigos decían de él que era “extra ordinario” (en dos palabras). En la Escuela de Bellas Artes de Lima a un estudiante que había tenido la polio y no caminaba bien le pusieron “gusanito” ya que cada vez que se emborrachaba (que era muy frecuente) no podía pararse y se arrastraba con su botella de cerveza en las fiestas y te jalaba del pantalón mientras bailabas y te pasaba la botella diciendo “¡salud compadre!”. 

Hay poquísima gente que le gusta que le pongan apodos, hay que tener una dosis de masoquismo para ello. Por supuesto que lo ideal es que a todos nos llamen por los nombres que con mucho esmero y cariño nos pusieron nuestros padres. Lamentablemente no es así ya que en cualquier momento algún iluminado o burlón nos puede poner una chapa. Hasta las parejas, en la intimidad del combate amoroso es frecuente y normal que se pongan sobrenombres cariñosos: “mi loquita”, “morbosita”, “pichito”, etc. 

Para bien o para mal, los apodos se dieron y acompañaron el desarrollo de las civilizaciones. Suerte de aquellos que el apodo que alguna vez les pusieron no haya trascendido con los años y ahora nadie se acuerde. Y usted amigo lector, ¿qué apodo tiene? 

comentarios
  1. sofia dice:

    Este post si que me ha hecho reir hasta que las lágrimas me salgan. El mundo sin apodos sería sumamente aburrido. Recuerdo que en el colegio poniamos apodos a los profes: «rambo», «Wonderwoman» «petipan», etc y mis compañeras me decian «cerebrito», «pelamuela», «Budin» y hasta «cuatrojos». Actualmente no sé cual será mi apodo pero de hecho que lo tengo ja,ja.

    • Master-shado dice:

      men los mios son mejores
      digame uno mejor q este veala con ricardo agupanelardo changuardo pelo en el culardo

    • Rei como no imaginan con este tema de los apodos…cuando era estudiante del sagrado corazon en la secundaria algunos de mis profesores tenian chapas o apodos, realmente no se quien los bautizo con ellos pero les llamabamos…a la de Biologia» Vacuola digestiva», a la de Math ,» Tanque Ruso», y a otro » topollillo» a una religiosa que nos daba sicologia, logica y etica ,» la Toro «(por la mirada) a otra » la Bomba»…

      y asi transcurrieron los anos me gradue y tambien estudie para profe …y no crean que me escape de las malas lenguas de un grupo de alumnas,,,me pusieron » la coqueta» y lo supe luego de muchos anos por una sobrina que fue mi alumna y cuando ya no estaba en Iquitos. ..Felicito al redactor pues marca la nota graciosa y hace la diferencia en la redaccion del programa…

  2. Miss Lizzy dice:

    si pues, todos tenemos una chapa, a mí el que más chapas me puso fue mi hermano mayor, me decía «frente de papa», «enana», frentita», y a la mayor le decía «orgullo amazónico», porque según él era la preferida, jejeje.Én la universidad me decían «muñequita».

    besitozh

  3. Roberto Ruiz dice:

    Jajaj, ta wena todo esto, pero las chapas sexuales son la muerte, El Burro, Tico Tico, Talegon, Zapaton, jajaja tantas, Ojo de BUO, Tortuninlla. Chapas de Borrachos: que te digan CHAPITA «Porque en cualquier bar estas tirado en el pizo», Aliento de Dragon, Turroncito…. qe hay un monton hasta las CERVEZA tiene su apodo: Chela, Chilindrina, Amarga, Rubia jajajaja

  4. Oe cabeza de mata mata, carachama, turuchuqui, cara de wata, mandingo, kemao, torombolo, tartaracho, topotorro, mocho, narigón, naríz de caño, paisa, muca, gata fiera, el gato volador, chuyachaqui, paiche, queso, pollito, gallinazo, sachavaca, huangana, mono choro, rosquita, vaca, pepeado, come coca, trunchero, aborto, feto, emo, xD etc, etc, etc

    tantos apodos que dan ganas de molestar xD

    sería bueno hacer una guerra de apodos, ¿no creen?

  5. Roberto Ruiz dice:

    Guerra de apodos, Guerra de apodos

  6. Gino dice:

    Paco, me dijiste que la «pichito huihuacho» iba a hacer un comentario…

  7. Miss Lizzy dice:

    quién es «pichito huihacho»??

  8. hace algunos años me orine en los pantalones y me decian ´´´´el pichanguero´´´´eso fue 3de secundaria un dia enel grado me enamore NELIDA peRo yo era timido y eneso meresvale y ella me ayudo……..YA SEBEN Q PASO…….

  9. Master-shado dice:

    me se apodos con alonso como pelo en la cuconso y con ricardo tribiño como pelo en la chocharda me se muchos comuniquense con mi correo les dire varios se los asegurooooo 100 % confiable

    • Paúl Rodríguez dice:

      Bueno recien lo leo y me divertí mucho te pasasta Paco pero yo soy muy malo para los apodos aunque yo tenga centenares jejejeje

  10. tatiana dice:

    no pues me parece uuuii

  11. Los profes son las mejores carnecitas apodables. Habrà alguno que no hay tenido siquiera »UNA» chapa?.. Generalmente los colegios son un zoològico, porque entre profes y alumnos hay mas chapas de animales !!!!…jajaja.. a mi nunca me molestò, porque yo siempre he sido imaginativo para chapear…

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