Ha sido un tiempo bastante interesante este en el que me he ausentado de sus pantallas. Resulta que después de la aventura con mi amigo el moreno sabroso que les conté, he entrado en un periodo de dudas para mí, un periodo filosófico y cuando Miss Lizzy tiene DUDAS, es el peor momento para los que la rodean, porque como sabrán Miss Lizzy hace ESTUDIOS.
Para mí es muy importante dejar en claro mis ideas, ahora estaba pensando en las personas en general y nuestras actitudes, por lo que decidí arriesgarme una vez más y lanzarme a la aventura, mi mayor preocupación era yo misma, pues no estaba enamorada de nadie y estaba haciendo una vida promiscua.
Claro que selecciono con detalle a los compañeros íntimos que tomo. Así que tomé mi equipo completo de investigación: maquillaje, mente abierta, ropa sexy (que al mirarme se entienda: no me toques a menos que yo lo haga primero). Luego tuve que seleccionar a diferentes personas de distintos géneros que colaborarían inconscientemente en esta labor. Y empieza la carnicería, con paciencia y dedicación resolví mi primera pregunta ¿qué significa para un hombre o para una mujer el hecho de tener intimidad con alguien?
Tomé a tres de mis mejores amigos: Justin, Maribel (que ya la conocen) y Manuel.
Justin era virgen antes de entrar en mi territorio, yo lo sabía, como sabía también que estaba esperando que alguien le ayude con el asunto, él no sabe nada de mi vida íntima (como la mayoría de mis amigos), jamás imaginaría que justo una noche de setiembre en la que me invitó al cine como otras tantas veces, yo tenía planeada su NOCHE DE GLORIA. Llegamos a mi casa, la que había prometido no contaminar, pero esta era una ocasión especial. Justin jamás hubiera cedido que fuéramos a otro lugar, menos a la casa de él pues sus padres siempre estás ahí por las noches y su familia es muy conservadora, por lo que no quedaba de otra, tuve que sacrificar también mi morada además se suponía que nada era planeado y que tampoco yo sabía cómo hacer esto.
Lo dejé en la salita, mientras yo iba a cambiarme para estar cómoda, luego le serví algo de beber y me senté a su lado, también tenía a mi favor que yo le gusto desde hace mucho tiempo a él por lo que no fue complicado llegar a hacer que él me besara y las cosas fluyan como si él fuese el responsable de la noche, como si él tuviese el control de las cosas, no estuvo tan mal para ser su primera vez, pero eso no era lo que realmente me importaba, lo que yo quería saber es cómo me trataría él al día siguiente, así que debía terminar el asunto, mandarlo a su casa, esperar a que amanezca y si al llegar la noche no me llamaba o enviaba un mensaje de texto o un e-mail, vería la forma de llegar a él para ver su reacción. Lo bueno es que me llamó, primero para disculparse por lo que pasó la noche anterior y de pasito preguntarme qué tal estuvo, que si me gustó, que si me dolió, prometiendo que nuestro secreto estaría seguro, y lo que menos quería que me diga: que si quería estar con él.
Pues ni modo, yo no quería estar con él, por lo menos no en ese momento, así que me excusé con algunos artilugios bien formados y quedamos en que dejaríamos que el señor tiempo lo decida todo, lo cual es un cuento chino para evitar compromisos, lo importante es que para él significó algo importante, eso me conmovió mucho, me hizo recordar a cuando yo soñaba con el príncipe azul que llegaba, me rescataba de la soltería y nos casábamos para ser felices para siempre. Pero muy patético para mis gustos actuales. Aún no tengo los resultados de mis estudios pues aún no he terminado los experimentos, pero en cuanto los tenga lo sabrán, este sólo es el primer caso. Cuídense y besos a todos.